Déjame besar el lado tierno de tu rostro,
Aquella bella princesa que me abraza por la espalda,
El ángel del infierno que calienta mi oído,
Muéstrame la sonrisa de tu otro tú
El pecado de de besarme, de quererme,
Acaríciame como la primera vez,
Como cada mañana mírame a los ojos antes de besarme
Caminemos entre laureles y ladrones,
Tomare la mano de tu lado malvado
Y comeremos helado, ron con pasas o veteado de caramelo
Entre discusiones y palabras bonitas dispersare tu otro tú
Mandándola en un coonatra a ningún lugar
Donde se pierda entre ruido y gente,
Deja volver a mirarte con confianza,
Sin que tu otro tú aparezca de repente a opacar los beso
Y cuando acaricio tu cabello
En las noches
Seguiré gritando el pijama de tu piel
Hasta que tu otro tu deje de arruinar momentos
De pasión y locura
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